Presencia

Presencia

El corazón de tu práctica es elegir estar aquí. Atiendes a lo que sea que estés sintiendo aquí y ahora. Eliges sentir lo que está sucediendo, en lugar de entablar un diálogo interno. No hace falta comparar este momento con otros tiempos y lugares, porque esta experiencia es única. Esta experiencia es válida, aunque solo sea porque la estás teniendo en este momento: lo que sea que esté sucediendo es lo que es tu vida en este mismo momento. La presencia (prestar atención) nos enseña que lo que estamos sintiendo es mutable de un momento al siguiente. Tu exploración de la presencia puede incluir la exploración de cómo tu actitud, postura, respiración, pensamiento y sentimientos influyen en tu percepción de lo que está sucediendo. Las sugerencias que ofrezco aquí te invitan a estudiar y practicar yoga como el enfoque para realizar tu experimento de vida, utilizando herramientas yóguicas para vivir una vida consciente y deliberada que es y se siente significativa, alegre y vibrante.

Pongámoslo en práctica aprendiendo a hacer una pausa. En otras palabras, nos preguntaremos: ¿Qué se siente ser yo en este momento?

Asegúrate de que no vayas a tener interrupciones durante los próximos 5 a 10 minutos. Desactiva tus notificaciones y encuentra una posición en la que puedas estar cómodamente alerta. Cierra los ojos y observa lo que sucede. Elige sentir las sensaciones en tu cuerpo para encontrar la posición que mejor te sienta, puede ser acostada, recostado en un sillón cómodo, sentada en el suelo o en una silla.
Mientras estás en esta cómoda posición, ¿hacia dónde va tu atención? ¿Va a tu lista de cosas por hacer? A un recuerdo, quizás de algo placentero, o de algo que te generó incomodidad o irritación. ¿O tratas de identificar los sonidos que provienen del entorno que te rodea? ¿Qué pasa si decides sentir las sensaciones presentes en este momento?

Comienza desde afuera, nota los ruidos y sonidos que vienen de fuera de ti, pueden ser lejanos o cercanos, pueden ser fuertes o suaves, agradables o desagradables. ¿Puedes simplemente notar los sonidos? ….Qué tal sentir otras sensaciones, como la luz filtrándose a través de tus ojos cerrados, o los aromas y olores en el espacio en el que te encuentras. Concéntrate en tu sentido del tacto, ¿cuáles son las sensaciones en los puntos de contacto entre tu cuerpo y cualquier superficie que te apoye? ¿Puedes discernir las sensaciones donde tu piel siente la textura de la ropa que llevas puestas o del aire al que está expuesta la piel? ¿Cuáles son las sensaciones en tu boca? ¿Cuál es el sabor en tu boca? Ahora cambia tu atención a los movimientos sutiles en tu cuerpo mientras tu cuerpo inhala y exhala por sí mismo. No hay nada que hacer más que prestar atención a lo que está sucediendo, tal vez sentir todas las sensaciones a la vez, sin tener que concentrarte en ninguna sensación en particular. No hay nada que vaya a salir bien o mal, simplemente estás aquí y ahora.. Puedes elegir quedarte aquí todo el tiempo que desees.

Entonces, ¿cómo se siente ser tú en este momento? Sé que es imposible describir la miríada de detalles que componen esta experiencia. Quizás una mejor pregunta es preguntar: ¿Cuál es el sentimiento general de ser yo mismo? ¿Hay un sentimiento general en esta experiencia? ¿O una actitud general? En lugar de apresurarte a responder estas preguntas, ¿puede saborearlas? ¿Puedes vivir con ellas y con la experiencia directa a través de tu ser por un tiempo?

Es posible que encuentres este ejercicio relajante, frustrante, molesto, placentero o una combinación de estos, y posiblemente otros sentimientos. Incluso puedes notar algo que no habías notado antes, como un dolor o molestia, o alguna preocupación subyacente. Muchos de nosotros tenemos la sensación de que nuestro mundo interno está lleno de actividad. Es posible que hayas descubierto una voz interna que habla, describe, ofrece opiniones, narra, y pregunta si ya pasó el tiempo y es hora de parar. Para muchos de nosotros, el ejercicio puede ayudarnos a ver que nuestra experiencia del momento presente parece fragmentada y que nuestra mente se mantiene corriendo entre el pasado, el futuro y el presente. Si ese fue tu caso, bienvenido a la experiencia de ser un ser humano en el siglo XXI. A pesar de todas estas actividades internas, permíteme asegurarte que no hay nada fundamentalmente equivocado o incorrecto contigo.

¿Qué pasaría si decidieras hacer este ejercicio durante unos minutos todos los días? ¿Notarás algunos patrones en la experiencia de ser tú, en diferentes días y tiempos, e incluso en diferentes espacios?

Si prefieres escuchar el podcast:

Este es un fragmento del libro Desenreda el hilo: Cómo poner en práctica la antigua sabiduría del yoga para vivir una vida feliz

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