Sentir

Tejiendo el hilo del Yoga Sutra: Sentir

Al estar vivos, estamos dotados del don de sentir todo tipo de sensaciones. Del mismo modo, somos capaces de sentir una amplia gama de emociones y de pensar pensamientos de todo tipo. Naturalmente, preferimos sensaciones, emociones y pensamientos agradables a sensaciones, emociones y pensamientos desagradables. Estas preferencias, cuando se codifican en nuestro sentido de identidad, terminan causando sufrimiento, o al menos actividades internas, en forma de antojos y deseos por lo que preferimos (raga 2.7), ansiedad ante los pensamientos de perder lo que nos gusta y dolor cuando se ha ido. Funciona de la misma manera con las cosas o experiencias que no nos gustan (dvesha 2.8), invertimos energía en evitarlas y alejarlas; y también podemos sentir algo de ansiedad cuando sospechamos que algo desagradable se nos viene encima. Hay una variedad de enfoques posibles para lidiar con los sentimientos, emociones y sensaciones que experimentamos.

Una perspectiva es tratar de ignorar lo que está sucediendo. Tal vez, puede ser una forma de fortalecer nuestra voluntad. A largo plazo no parece funcionar, sobre todo porque siempre habrá muchos estímulos que nos pueden resultar desagradables o molestos. Otra opción es distraernos participando en alguna otra tarea, o pensando en otra cosa. Esto es similar a la opción anterior; además, también desarrolla el hábito de tratar de ignorar el momento presente, que es exactamente lo contrario de ser consciente. Asimismo, fortalecer nuestra capacidad de ignorar puede debilitar nuestra capacidad de permanecer presentes con lo que realmente está sucediendo. Una tercera opción es resistir lo que sea que estemos sintiendo. Cuando intentas resistirte, es posible que descubras que cuanto más resistas, más persistirá el antojo o molestia que estás sintiendo. Es muy probable que la resistencia pueda crear tanto forcejeo interno que termine consumiendo mucha de nuestra energía y capacidad de prestar atención.

Una cuarta perspectiva es tratar de manipular el mundo exterior para evitar experimentar algo que no nos guste. Esto es agotador porque terminamos tratando de anticipar todas las variaciones posibles para cada situación específica. Muchos de nosotros podemos convertirnos en expertos en esto, tal vez incluso siendo capaces de construir una carrera basada en nuestra capacidad para predecir lo que sucederá. Sin embargo, además de generar ansiedad e inseguridad, tarde o temprano reconocemos que es verdaderamente imposible orquestar la multitud de factores que hacen que las cosas sean como son en el momento en el que estamos. Aunque este reconocimiento puede ofrecernos una sensación de derrota e impotencia; de otro lado, puede proporcionar una sensación de alivio cuando reconocemos que la mayoría de las cosas fuera de nosotros están fuera de nuestro control. También puede ayudarnos a notar que la mayoría de nosotros no somos muy hábiles para controlar completamente nuestro cuerpo, nuestra respiración, nuestros pensamientos o nuestras emociones. Si controlarnos completamente es tan difícil, ¿es realista esperar que podamos controlar los pensamientos, intenciones y acciones de otras personas? Además, si examinamos nuestras predicciones pasadas, nos daremos cuenta de que no somos muy buenos para predecir el futuro porque la vida siempre está cambiando de innumerables maneras sin repetirse.

Hay otra opción más empoderadora. Se basa en la comprensión de que nuestra capacidad de sentir todo tipo de sensaciones, emociones y pensamientos es un regalo maravilloso. ¿Por qué? Imagina que solo pudieras sentir una cosa, por ejemplo, que solo pudieras saborear tu sabor favorito, o que solo pudieras sentir una emoción. La vida pronto se volvería bastante aburrida e incluso lo que inicialmente pensamos que era agradable pronto dejaría de ser agradable. Un aspecto importante, y quizás esencial, de la vida es que es verdaderamente variada. ¿Qué pasaría si entendiéramos que nuestro cuerpo, sentidos, mente y emociones son todos regalos que nos permiten experimentar la vida en toda su riqueza? ¿Sería más probable que estuviéramos abiertos a sentirlo todo? ¿Podría una actitud de curiosidad contribuir a esta apertura?

Algunas preguntas más para contemplar. Siempre que sintamos algo, especialmente algo que es desagradable o que no nos gusta, podemos preguntarnos:

¿Puedo sentir realmente las sensaciones/emociones que estoy experimentando?

¿Dónde se manifiestan?

¿Cuáles son sus características?

¿Son constantes las sensaciones/emociones/pensamientos, o están cambiando de un momento a otro?

Si mantengo mi atención en estas sensaciones, ¿cambian de intensidad?

¿Estoy tomando estas emociones personalmente?

Si es así, ¿cómo define esta experiencia quién soy?

Y si el pensamiento, la emoción o la sensación es temporal, ¿tiene sentido definirme por algo que muy pronto ya no estará aquí?

Si los detalles de la experiencpia, las sensaciones, los pensamientos y las emociones siguen cambiando, ¿es posible que lo que queda sea solo tu consciencia?

¿Es tu consciencia el hilo continuo de toda tu vida?

¿Es permanecer en la consciencia lo que Patañjali nos invita a explorar en el sutra 1.3?

Si prefieres escuchar el podcast:

Este es un fragmento del libro Desenreda el hilo: Cómo poner en práctica la antigua sabiduría del yoga para vivir una vida feliz

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