3.1 Concentración – dharana

3.1 La concentración (dharana) es dirigir la mente a un punto específico.

El capítulo tres del Yoga Sutra continúa el viaje a lo largo de las ocho ramas del yoga. Se han completado los pasos preparatorios, se han plantado las semillas del amor incondicional (yamas), el contento está preparando el camino para el viaje (niyamas), se ha optimizado la función corporal (asana), el incremento en el flujo de energía vital contribuye a mejorar la sensibilidad hacia los aspectos más sutiles de tu ser (pranayama), y tus sentidos están dirigidos hacia adentro para la exploración interna (pratyahara).

Seguir estos pasos ha fortalecido tu capacidad para dirigir tu mente. Es evidente que todo lo que practicas establece un patrón que se fortalece con el tiempo. A lo largo de tu exploración, te has familiarizado más con tus maneras de ser y sus efectos, así como con formas efectivas de regularlas para mejorar la calidad de tu participación en tus actividades e interacciones diarias. En sánscrito, dharana significa sostener, soportar, recordar, asumir la forma de. Los ejercicios de la primera parte de este viaje te guiaron a explorar lo que consideras lo suficientemente importante como para dedicarle tu tiempo, energía y atención. Este sutra te invita a dirigir tu conciencia a esa misma pregunta. ¿Qué es lo suficientemente importante para que te concentres? ¿Has notado que concentrarte principalmente en experiencias y metas temporales a menudo resulta en una montaña rusa emocional del éxito a la derrota, de la insatisfacción a la sensación de logro? Recuerda que Patañjali sugirió el enfoque en un solo punto en el aforismo 1.32 como una forma efectiva de reducir las distracciones. Además, el sutra 1.16 indicó que la consciencia centrada en la verdad está más allá de la distracción. El Sutra 1.23 también se puede interpretar como una forma de dejar de lado las distracciones renunciando a la ilusión de control y aceptando la vida incondicionalmente, exactamente como es. Entonces, se eliminan todas las preocupaciones y tendencias a manipular el mundo.

Actualmente, la palabra meditación se utiliza para referirse a una amplia gama de prácticas. Por ejemplo, establecer intenciones y visualizaciones a menudo se considera meditación. Sin embargo, desde la perspectiva presentada en este sutra, es más exacto pensar en el establecimiento de intenciones y las visualizaciones como prácticas de concentración dirigidas a establecer un camino significativo que facilite actuar incondicionalmente. Esta interpretación se articula con la idea de dharma. Dharma es una palabra sánscrita que se puede interpretar como deber, propósito de vida y vivir de acuerdo con tu consciencia. Además, esta interpretación complementa el llamado al enfoque unidireccional sugerido en el sutra 1.32 como la forma de eliminar las distracciones en el camino hacia la autorrealización (1.30 y 1.31).

Cuando intentas concentrarte, observa qué desvía tu atención de tu objetivo. Recuerda de la sección sobre aflicciones en el Capítulo Dos del Yoga Sutra que es muy probable que quien crees que eres o deberías ser interferirá con tu capacidad de concentrarte. En la tradición del yoga, hay puntos focales muy simples y específicos para la concentración que incluyen el centro de la pelvis, el plexo solar en la parte superior del abdomen justo debajo de la punta inferior del esternón, el centro del pecho, el centro de la garganta, la base de la lengua, la punta de la lengua y el punto medio entre las cejas. Al enfocar tu atención en cualquiera de estos puntos, recuerda la pauta básica: Habrá distracciones. Simplemente sigue prestando atención a tu punto focal sin forzar, sin forcejear, sin auto juzgarte, y con una sonrisa amable. Para prepararte para la concentración, puedes aplicar las cinco ramas anteriores de la práctica del yoga: Primero, invita a la gratitud y el amor por ti mismo y tu vida (yamas). En segundo lugar, haz las paces contigo misma y elige estar contenta contigo y con tu vida (niyamas). En tercer lugar, encuentra una postura estable y agradable, libre de forcejeos y propicia para estar infinitamente concentrado (asana). Cuarto, conéctate con tu respiración natural, sintiendo las sensaciones que surgen con cada inhalación y exhalación, hasta que tu respiración se sienta bastante sutil y sin esfuerzo (pranayama). Quinto, ten curiosidad por vivir la vitalidad en tu cuerpo directamente, sintiendo la experiencia interna de ser tu (pratyahara).

Para la concentración (dharana), pon tu atención en uno de los puntos focales enumerados anteriormente y presencia lo que esté sucediendo sin añadir opiniones, historias o expectativas a lo que estás sintiendo. Sé con lo que es tal como es y contigo mismo tal como eres. Puede ser útil reconocer que ninguna cantidad de palabras puede encapsular la riqueza de la experiencia directa de ser tú. Dá la bienvenida a lo que surja y permanece atento a tu punto focal. Mantén la técnica simple recordando que las experiencias que van y vienen, sin importar cuán agradables o incómodas puedan ser, no son en lo que te estás concentrando. Las experiencias que surgen son los derivados de tu concentración, así que quédate con tu punto focal. Una vez que hayas terminado, reflexiona sobre cómo te sentiste antes, durante y después de tu práctica de concentración.
¿Hay algún patrón en las distracciones que notaste?
¿Hay algunas expectativas que interfieren con tu intención de concentrarte?
¿Están ligadas algunas de esas expectativas a tu sentido de identidad, como quién eres o quién crees que deberías ser?

Como de costumbre, otra forma de explorar el significado de este sutra es cantándolo de la manera tradicional con algunas palabras unidas:

देशबन्धः चित्तस्य धारणा ॥१॥
deśabandhaḥ cittasya dhāraṇā ॥1॥

Otra opción es cantar cada palabra en el sutra individualmente:

• deśa
• bandhaḥ
• cittasya
• dhāraṇā

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