¿Quién soy yo?

El yoga es una práctica con una larga historia, tal vez porque todo el yoga se relaciona con una de las inquietudes fundamentales que todo ser humano tiene tarde o temprano: “¿Quién soy yo?” De hecho, practicar yoga es una forma empírica de explorar la pregunta, “¿Quién soy yo?” a través de nuestras maneras de movernos, respirar, pensar y sentir.
En este episodio, continuamos nuestra progresión gradual a través del Yoga Sutra considerando los primeros cuatro versos en el Capítulo Uno del Yoga Sutra como un resumen completo de la esencia del yoga.

Estos son los primeros cuatro versos en el Capítulo Uno del Yoga Sutra de Patanjali

  • Ahora, la practica de yoga [1.1]
  • Yoga es regular mis maneras de ser [1.2]
  • Como resultado, soy consciencia encarnada, presencia [1.3]
  • De lo contrario, creo que soy mis maneras de ser [1.4]

Estos cuatro versos ofrecen la base para todas las prácticas de yoga. El primer verso te pide estar presente en tu vida. El segundo define el yoga como un proceso de auto regulación. El tercer verso presenta los resultados del yoga, la presencia. Y el cuarto verso señala lo que sucede cuando tus formas de ser no están moduladas. Como exploramos en el episodio anterior, el yoga se trata de hacer del momento presente el momento más importante de tu vida. En consecuencia, participas conscientemente en cada momento, alerta, con la mente y el corazón abiertos. El segundo verso alude a la condición humana, especialmente a la inclinación humana a enredarse en hábitos y tendencias. Para estar completamente presente, debes tomar conciencia de tus tendencias. Así puedes monitorearlas y modularlas para evitar atascarte en hábitos que te alejan de participar activa y deliberadamente en tu vida. Cuando tus tendencias son moduladas, sientes directamente tu verdadera naturaleza, consciencia encarnada. Estar presente te habilita a responder al flujo de la vida con armonía y gracia. Cuando no eres consciente de tus inclinaciones y hábitos, es más probable que estén fuera de control. En consecuencia, podrías terminar creyendo las historias que estás inventando constantemente sobre ti y sobre el mundo. En otras palabras, terminas pensando que eres tus maneras de ser.

En estos cuatro versos simples, Patañjali presenta un marco para todo el proyecto del yoga. Por un lado, está la vida, los fenómenos que cambian continuamente de un momento a otro. Por otro lado, esta la consciencia, lo que nos hace conscientes; lo que nos permite poner atención. Ni la vida ni la consciencia pueden ser capturadas, aisladas o sintetizadas de ninguna manera. La vida se manifiesta como todas las experiencias cambiantes que están sucediendo, sin importar si las notamos o no. La consciencia se manifiesta como la luz que nos permite darnos cuenta de que existimos, que somos conscientes y que nos posibilita sentir sensaciones corporales, emociones y pensamientos.

Una sala de cine es una metáfora que puede aclarar estas dos ideas en este contexto. El proyector con todos sus componentes y la película que rueda por el son los elementos necesarios para que la película sea proyectada en la pantalla. El proyector de cine y la película representan la vida. El proyector incluye en sus partes una lámpara muy brillante cuya luz se concentra en una lente, que pasa a través de cada fotograma de la película, y que luego se amplía con una segunda lente para proyectar esa imagen en la pantalla. La consciencia es la electricidad que anima al proyector y que fluye a través de la bombilla. Aplicado a esta metáfora el cuarto sutra dice que la bombilla puede terminar creyendo, equivocadamente que ella es la electricidad. Pero sin electricidad, la bombilla estará todavía pero la película no se proyectará. La vida incluye los fenómenos cambiantes, la pantalla, el proyector y la película que se proyecta en la pantalla. La vida abarca también todo lo demás que conforma el teatro. Mientras ves la película, es tu propia consciencia la que te permite sentir los estímulos sensoriales relacionados con la película, así como los estímulos sensoriales de tu cuerpo cuando ves la película, escuchas su banda sonora y sientes la textura de la ropa que tienes puesta y la firmeza del asiento en el que estás sentado. La vida también incluye tus emociones y pensamientos cuando estás viendo la película. El yoga te ayuda a modular tus actividades internas y a notar que no eres esas emociones y pensamientos pasajeros que estás sintiendo mientras ves la historia en la pantalla, pues cuando sentimientos y emociones pasan, tu todavía existes y todavía eres tu.

Aqui estan de nuevo los primeros cuatro sutras:

  • Ahora, la practica de yoga [1.1]
  • Yoga es regular mis maneras de ser [1.2]
  • Como resultado, soy consciencia encarnada, presencia [1.3]
  • De lo contrario, creo que soy mis maneras de ser [1.4]

Estos primeros cuatro sutras nos ofrecen una sugerencia simple y potente para la práctica y la vida: descubre quién eres. Al intentar responder a esta simple pregunta, es posible que haya una brecha entre quién eres y quién crees que eres. Sri Ramana Maharshi, un sabio moderno en el sur de la India, sugirió “¿Quién soy yo?” como una herramienta poderosa para investigar tu propia naturaleza. ¿Será posible que la mayoría, si no todas las causas del sufrimiento, surgen de la brecha entre quién eres y quién crees que eres? Toma un momento para reflexionar sobre esto. Quien eres es la experiencia directa e indescriptible que está sucediendo justo donde estás. La experiencia trae consigo sensaciones, emociones y pensamientos. La presencia (estar en yoga) es sentir plenamente la inefable experiencia de ser tu. Tu experiencia no es necesariamente buena o mala, simplemente es. Esto es lo que a menudo se conoce como el estado natural, o lo que llamamos consciencia encarnada en el sutra 1.3. La alternativa es pensar en lo que estás sintiendo. Esto requiere que salgas de ser consciencia encarnada y que te apartes del flujo de este momento al momento siguiente para tratar de dar sentido a lo que es a través de tu comentario, tus opiniones y tus historias. Ese es el espacio de quien crees que tu eres. Ese espacio incluye, quién crees que eres, quién crees que debes ser, quién crees que fuiste, quién crees que otras personas esperan o piensan que tu seas.

¿Puede la pregunta “¿Quién soy yo?” hacerte notar si existe una brecha entre quién eres y quién crees que eres? ¿Son tus deseos, elecciones y acciones el resultado de quién eres o de quién crees que eres? ¿Hay diferencias notables entre los dos? ¿Qué te revela esta exploración sobre quién eres y quién crees que eres?

Recuerda que también puedes explorar estos sutras cantándolos

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