1.1 Ahora, la práctica de yoga
enero 19, 20191.3: Como resultado, presencia encarnada
marzo 16, 20191.1 Ahora, la práctica de yoga
enero 19, 20191.3: Como resultado, presencia encarnada
marzo 16, 20191.2 Yoga: Regular mis maneras de ser
En el artículo previo, ¿Qué es el yoga?, exploramos esta definición de yoga. Una interpretación de este sutra es ver el yoga como un proceso de autorregulación. El yoga es un sistema completo para explorar tu cuerpo, tu respiración, tu mente, tus emociones y tus relaciones. Como no eres una máquina compuesta de partes separadas, sino un organismo que se desarrolló a partir de una célula fertilizada, estos diferentes aspectos de ti están interconectados y pueden influirse entre sí. Al mismo tiempo, estás conectado a todo lo que existe. Nunca hay un momento en el que no estés interactuando, consciente o inconscientemente, con el mundo que te rodea.
Recuerda que las “maneras de ser” son tus actividades internas y las tendencias que ellas generan. Las maneras de ser también incluyen tus inclinaciones. El yoga es un método que ofrece herramientas que nos ayudan a modular nuestras maneras de ser porque algunas maneras de ser pueden ser benéficas en un contexto pero no muy útiles en otros. Por ejemplo, ser flexible en tus gustos y preferencias puede hacerte adaptable. Sin embargo, el mismo rasgo puede ser un obstáculo cuando se trata de tomar decisiones y seguirlas. La perspectiva del yoga te pide que te fijes en lo que estás haciendo para aclarar qué contribuye a tu presencia y qué no. Saber la diferencia entre los dos es una habilidad fundamental que nos permite disminuir las maneras de ser que crean obstáculos para así poder tomar decisiones que contribuyan a nuestra calidad de vida.
Además, dado que hay una tendencia a que muchos de nosotros nos distraigamos y nos enredemos en nuestras sensaciones, emociones, pensamientos e historias, el yoga nos enseña a controlar y regular estas tendencias. La traducción literal de yoga como yugo sugiere que integremos nuestro cuerpo, respiración, mente y emociones para mejorar la calidad de nuestra participación en nuestra vida.
Por ejemplo, la mayoría de nosotros prestamos atención al clima, incluso mirando por una ventana con el propósito práctico de tomar decisiones inteligentes, como llevar un paraguas si parece que va a llover. Un evento climático simple como la lluvia puede generar dos reacciones bastante distintas en la misma persona. Por ejemplo, si acabo de sembrar semillas en mi jardín me pondré muy contento cuando empiece a llover. Por otro lado, si tengo planes de reunirme con mis amigos para un pícnic, es posible que me sienta frustrado o molesto por tener que cambiar o cancelar mis planes por la lluvia. La misma persona, el mismo evento meteorológico, pero dos reacciones muy distintas.
La mayoría de nosotros probablemente estaría de acuerdo en que cuando el clima exterior se alinea con nuestras preferencias, nos sentimos felices, o al menos de buen humor. Por supuesto, es más fácil sentirse feliz cuando todo va de acuerdo a nuestro gusto. Sin embargo, cuando el clima cambia, ¿eso también hace que nuestro estado de ánimo cambie? ¿Es la persona que encuentra agradable el clima de hoy, la misma persona que se queja mañana porque hace demasiado calor, bastante humedad, mucho frío, demasiado viento o porque llueve mucho?
¿Cómo reaccionas al clima exterior? Una tendencia puede ser querer controlar el clima. Otra sería intentar predecir todo lo que podría pasar. El primer enfoque puede causar frustración porque no podemos controlar lo que está sucediendo fuera de nosotros, la segunda opción tiende a generar ansiedad porque podríamos estar constantemente tratando de asegurarnos de haber tenido en cuenta todos los resultados posibles. Desde la perspectiva de la autorregulación, es fundamental distinguir lo que está dentro y lo que está fuera de nuestro control. Preocuparnos por lo que está fuera de nuestro control es claramente un desperdicio de energía.
Entonces, podemos dirigir nuestra atención a lo que está bajo nuestro control. Aquí es donde las herramientas del yoga pueden ser reveladoras. Al tratar de poner en práctica las sabias pautas de comportamiento conocidas como yamas y niyamas, podemos encontrar que es un desafío actuar con amabilidad y estar satisfechos todo el tiempo. Practicar posturas y movimientos (asana y vinyasa) puede mostrarnos que tenemos un control limitado sobre nuestro cuerpo. Practicar las técnicas de regulación de la respiración (pranayama) puede mostrarnos los límites de nuestra capacidad para controlar nuestros procesos respiratorios. Intentar practicar la sensibilidad interior (pratyahara) puede demostrarnos nuestras deficiencias en el dominio de nuestros sentidos. Practicar la concentración (dharana) y la meditación (dhyana) probablemente nos mostrará que es bastante difícil mantener nuestra atención en un solo lugar, incluso durante solo 3 o 4 minutos. Todas estas herramientas del yoga están dirigidas a eliminar las ineficiencias. De hecho, toda técnica de yoga probablemente revelará obstáculos e ineficiencias y facilitará removerlas. En el proceso probablemente aprenderemos también algo de humildad.
Además, al aprender a cambiar nuestra atención de tratar de controlar el mundo exterior a dirigir nuestra energía hacia donde puede ser eficaz– nuestro entorno interno, podremos notar cómo los eventos externos más allá de nuestro control influyen en cómo pensamos y cómo nos sentimos. Dejar que nuestra actitud y perspectiva estén a merced de los fenómenos externos es una receta para estar en una montaña rusa emocional constante.
Esta definición del yoga nos pregunta: ¿Te es posible regular tu propio clima interno, eligiendo cómo respondes a lo que está sucediendo afuera? Ver el yoga como un sistema para regular tus maneras de ser significa que la práctica del yoga mejora tu capacidad para responder congruentemente a tu vida. De esa manera, la práctica del yoga te permite ser responsable de tu propio clima interior.
En resumen, comenzamos por tomar consciencia de nuestras maneras de ser. Entonces, dejamos ir lo que está más allá de nuestro control. El siguiente paso es notar lo que está bajo nuestro control. Con curiosidad lúdica aprendemos a modular nuestra actitud, cuerpo, respiración, sentidos y mente. Cuanto más sintonizados estemos con nuestro clima interior, más fácil será determinar cómo nuestras actitudes, posturas, movimientos, respiración, emociones y pensamientos son influenciados por lo que sucede afuera. Al mismo tiempo, aumentamos las probabilidades de que podamos aprender cómo todos estos aspectos de nosotros mismos influyen en nuestras intenciones, decisiones y acciones.
Una forma adicional de pensar acerca de esta definición de yoga es que el yoga es estar con lo que es. En pocas palabras, en lugar de luchar contra este momento, eliges aceptar este momento tal como es y a ti mismo tal como eres. A medida que intentas estar en este momento, notas si tus maneras de ser, que se manifiestan en tu postura, movimientos, pensamientos, emociones y actitudes, contribuyen a tu participación sincera e incondicional en el momento en el que te encuentras. Si es así, simplemente continúas fluyendo armoniosamente con la vida y sus circunstancias siempre cambiantes. De lo contrario, si tus maneras de ser son obstáculos para la presencia, estás a cargo de regular tus maneras de ser para poder estar completamente presente.
En el viaje del yoga hay dos opciones. La primera es estar en el estado de yoga, y la segunda es avanzar hacia ese estado. Estar en el estado de yoga es aceptar este momento tal como es y a ti mismo tal como eres. La segunda es modular tus maneras de ser. Puedes hacer la segunda preguntándote a ti mismo: “¿Estoy completamente presente?” También puedes preguntar “¿Cómo mejora esta postura la calidad de mi participación?”, “¿Cómo contribuye este movimiento a mi presencia?”, “¿Cómo influye este pensamiento en mi capacidad de estar presente?”, “¿Cómo está mejorando esta actitud mi presencia?”, “¿Es esta forma de respirar conducente a participar plenamente en este momento?.” Ten en cuenta que es esencial estar consciente de tus propias maneras de ser para poder regularlas. Por lo tanto, el yoga requiere que te des cuenta de tus tendencias al notar tus inclinaciones y predisposiciones y luego preguntarte: “¿Es útil esta tendencia en este momento?” Y “¿Me está ayudando esta tendencia a avanzar hacia la presencia?”
Por supuesto, también puedes optar por cantar este sutra como una forma de sentir sus vibraciones directamente en tu propio cuerpo y reflexionar sobre todas estas ideas. Puedes elegir entre cantar la versión tradicional
योगश्चित्तवृत्तिनिरोधः ॥२॥ yogaścittavṛttinirodhaḥo, la versión simplificada cantando cada palabra individualmente:
yogaḥ citta vṛtti nirodhaḥ
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