Salud, apetitos y eliminación (2da parte)
septiembre 14, 2024Salud, mente tranquila, actitud alegre (4ta parte)
octubre 22, 2024Salud, apetitos y eliminación (2da parte)
septiembre 14, 2024Salud, mente tranquila, actitud alegre (4ta parte)
octubre 22, 2024Salud, postura óptima y movimiento grácil (Tercera parte)
Salud, postura óptima y movimiento grácil (Tercera parte)
En el episodio de hoy continuamos explorando nuestra definición integral de salud. He aquí la definición una vez más: La salud es la integración armoniosa de apetitos adecuados, eliminación eficiente, postura óptima, movimiento grácil, actitud alegre, mente tranquila e interacción compasiva.
Una vez exploradas algunas ideas básicas sobre nuestros apetitos y eliminación, estamos listos para considerar la postura y el movimiento. En los últimos años, ha habido innumerables debates sobre la práctica física del yoga y la posible relación, o falta de relación, entre el yoga postural tal y como se practica hoy en día y las prácticas anteriores y antiguas. Algunas de estas discusiones parten de la premisa de que en el pasado hubo una práctica ideal del yoga, mientras que otras conversaciones tienen en cuenta las muchas fuentes de polinización que han ayudado a dar forma a la práctica contemporánea del yoga. En algunos casos, los practicantes pueden estar interesados en encontrar el enfoque ideal para practicar las posturas y los movimientos con un objetivo concreto. Para algunos, la práctica de asanas y vinyasas ofrece una forma de curar un cuerpo enfermo; para otros, una forma de fortalecer el cuerpo y hacerlo inmune a la enfermedad; otros practican yoga para embellecer el cuerpo o purificarlo para que sea un recipiente digno de nuestra consciencia. Evidentemente, existe todo un espectro de enfoques sobre la práctica de las posturas y los movimientos, incluido su papel en un sistema centrado en la trascendencia. Por lo tanto, es útil preguntarse cuáles son las razones que tenemos para practicar las posturas y los movimientos del yoga. Hacernos esta pregunta puede ayudarnos a garantizar que nuestra práctica cumple nuestros objetivos. Al reflexionar sobre nuestras respuestas, podemos descubrir que algunas de nuestras razones se combinan o que cambian con el paso del tiempo. ¿Nos resultaría útil volver a plantearnos esta pregunta de vez en cuando? ¿Puede ayudarnos a darnos cuenta de si nuestra perspectiva y motivación para practicar cambian con el tiempo? Además, responder a esta pregunta también puede recordarnos cómo nuestra práctica se alinea con nuestra meta en la vida.
Empecemos a pensar en la idea de la postura óptima con una pequeña anécdota. Hace más de 20 años, mientras vivía en Tailandia, me di cuenta de que en muchos lugares la gente se ponía en cuclillas para esperar el transporte, para pasar el rato y charlar, y parecía estar bastante cómoda. En algunas ocasiones, también observé que muchas personas se veían cómodas sentadas en el suelo durante largos periodos de tiempo. Aunque ya en esa época yo practicaba posturas de yoga todos los días, fue humillante darme cuenta de que ni mi postura al estar sentado en el suelo ni mi postura en cuclillas eran óptimas, porque me resultaba bastante incómodo sentarme o ponerme en cuclillas con la misma facilidad que la gente que me rodeaba. En ese momento no había pensado mucho en ello porque no había intentado o necesitado ponerme en cuclillas durante largos periodos de tiempo. En resumen, es probable que el significado de «óptimo» sea diferente para distintas personas e, incluso, para la misma persona en distintos contextos. En otras palabras, nuestra comprensión de lo que es una postura óptima tiene que ser flexible, porque lo más probable es que nuestra postura óptima esté influida por nuestra historia personal, contexto, circunstancias, necesidades y actividades.
Cuando consideramos la miríada de variaciones en las prácticas contemporáneas de yoga físico, a menudo puede parecer que los tres sutras que tratan de las ásanas en el Yoga Sutra de Patanjali son insuficientes para abordar todas las posibilidades de práctica. Se ha argumentado que las asanas a las que se refería Patanjali solo trataban de las posturas sentadas. Sin embargo, me gustaría invitarte a reflexionar sobre la postura y el movimiento como elementos importantes para la salud examinando la postura y el movimiento a través de las instrucciones de Patanjali en los sutras 2.46 y 2.47. Empecemos con la idea de que una postura óptima incluye la posibilidad de tener estabilidad y comodidad (o una estabilidad placentera) en la postura, como sugiere Patanjali en el sutra 2.46. No ignoremos el sutra 2.47, que también nos enseña a dejar de lado el esfuerzo y a centrarnos en el infinito. El soltar los forcejeos o minimizar el esfuerzo en el sutra 2.47 sugiere cómo llegar a una posture de estabilidad cómoda. Podemos explorar esta idea observando si aumentar el esfuerzo parece crear una sensación interna de constricción y estrés. ¿Es posible que reducir esfuerzos contribuya a descongestionar nuestro cuerpo y nuestro sistema nervioso? Pero, ¿qué ocurre con la idea de centrarse en el infinito? Una posible interpretación es que, en la postura, trascendemos el cuerpo, la mente y las emociones. Otra forma de considerar la concentración en el infinito es que Patanjali nos invita a concentrarnos en el siempre cambiante momento infinito del ahora. En otras palabras, nos centramos en el infinito prestando mucha atención a la experiencia (incluyendo sensaciones, emociones, pensamientos y recuerdos) del momento presente antes de entrar en la postura, manteniendo esta atención en el siguiente momento presente, sintiendo todos los aspectos cambiantes de nuestra experiencia mientras permanecemos en la postura y, luego, manteniendo nuestra atención en el siguiente momento presente al soltar la postura. Nuestra concentración se enfoca en el siempre cambiante aquí y ahora. En resumen, estos dos sutras sugieren que hay cuatro componentes en la práctica de las posturas de yoga, incluyendo una combinación de firmeza y comodidad, ausencia de esfuerzo y enfoque en el infinito. Aún no hemos incluido el tercer sutra sobre asana, el 2.48, porque, en lugar de darnos instrucciones sobre cómo practicar, nos habla de los resultados de practicar según esas instrucciones.
Una forma de abordar la práctica de una postura consiste en considerarla un esfuerzo puramente físico, una serie de acciones musculares que exigen a una combinación de articulaciones que se alarguen, flexionen, extiendan o roten. También es posible concebir la postura como un proceso físico que se origina en el cerebro y se lleva a cabo mediante instrucciones enviadas y recibidas a través del sistema nervioso. Por ejemplo, se puede pensar en una postura, como sentarse en una silla o estar de pie, como el resultado de unos músculos que se acortan y otros que se alargan para actuar sobre determinadas articulaciones del cuerpo. La otra opción indica que la persona probablemente no piensa en las acciones musculares y articulares específicas necesarias para estar sentada o de pie, sino que solo piensa en adoptar esa postura. Es útil pensar en las posturas como una combinación de esas dos perspectivas, que también incluye prestar atención a las sensaciones que componen nuestra experiencia para que podamos utilizarlas como retroalimentación para refinar nuestras acciones en alineación con nuestra intención.
El movimiento grácil es una extensión orgánica de la postura óptima (estabilidad, comodidad, economía de esfuerzo y concentración en el infinito) para llevar a cabo la acción deseada. Los bailarines consumados son un excelente ejemplo de movimiento grácil; parece que sus cuerpos no pesan y que sus movimientos no requieren esfuerzo. Cuando observamos a una persona experta en un oficio, como la escritura, la pintura, el dibujo, la danza y otros movimientos, nos damos cuenta de que parece abordar el proceso de movimiento con sencillez, economía de esfuerzo y curiosidad lúdica que se traduce en una acción grácil que puede modularse con gran precisión. Tal vez sus formas de moverse nos ofrezcan vislumbres momentáneos de un estado de concentración muy refinado y de estar más allá de la dualidad, siendo este último el resultado de la práctica de asana, según el sutra 2.48.
En nuestra definición de salud, es importante tener en cuenta que la postura óptima y el movimiento grácil son individuales, y que lo que a un observador externo puede parecerle subóptimo puede no tener en cuenta el contexto y la historia personal de la persona observada. ¿Cuáles son las cualidades de la postura que harían que determinadas posturas fueran óptimas para ti en este momento de tu vida? ¿Cuáles son las cualidades que contribuyen a que tus movimientos sean gráciles en este momento de tu vida? ¿Cuál es la retroalimentación mental, emocional y física que te indica formas de hacer que tu postura sea óptima para este momento? ¿Qué retroalimentación te ofrece formas de mejorar la calidad de tus movimientos? ¿Pensar en tu postura desde una perspectiva física puede ofrecerte ideas para que tu postura sea óptima y tus movimientos más elegantes? Si es así, ¿contribuye eso a mejorar la calidad de tu experiencia? Aunque no hemos mencionado la respiración como un componente específico de la postura y el movimiento, ¿te parece obvio que la modulación de nuestros procesos respiratorios puede influir en las cualidades de tus posturas y movimientos?
En lugar de pensar en expresiones específicas de postura y movimiento como objetivos finales que hay que alcanzar o conquistar, ¿podemos pensar en posturas y movimientos óptimos como invitaciones a explorar el espectro de posibilidades que tenemos en el momento de practicar? Del mismo modo, podemos considerar, ¿cuáles son las formas en que podemos regular el nivel de contracción muscular, las acciónes de las articulaciones, la dirección y la velocidad del movimiento, así como su interrelación con nuestra actitud, intención y concentración?
Adicionalmente, aunque la exploración de hoy se ha centrado sobre todo en las posturas y los movimientos físicos, podemos recordar que también tendemos a adoptar ciertas posturas en nuestras actitudes, pensamientos, formas de pensar y emociones, y que esas posturas se manifiestan en nuestros cuerpos, intenciones y acciones e interacciones. ¿Pueden nuestras formas de actuar constituir una forma de movimiento? ¿Son esas formas de actuar gráciles?
Volvamos a la idea de salud integral y a la noción de que la calidad de nuestra postura y de nuestros movimientos pueden servir como indicadores de nuestro estado general de salud. ¿Estás de acuerdo? ¿O en desacuerdo?
Confío en que las preguntas de este episodio te sean útiles para diseñar prácticas de yoga físico que contribuyan a tu salud. También espero que afinar tu postura y movimiento influyan positivamente en tu vida.
Si prefieres escuchar el podcast:
Este es un fragmento del libro Desenreda el hilo: Cómo poner en práctica la antigua sabiduría del yoga para vivir una vida feliz
Si Simple-Yoga.org y Desenreda el hilo te son útiles, considera apoyar esta labor con una donación, si prefieres puedes donar con PayPal o Venmo.