1.36 Cultivando la luz interior

Al igual que con los sutras anteriores, este se puede interpretar de dos maneras. Uno es como una técnica independiente para eliminar las distracciones. El otro enfoque es ver esta práctica como una continuación del proceso de involución, que es la progresión gradual en la exploración de tu mundo interior. A medida que los sentidos se tornan hacia adentro y la sensibilidad crece, los aspectos más sutiles de tu mundo interior se notan más claramente. El proceso es un incremento orgánico en tu capacidad de concentrarte. Esta es la práctica de la concentración (dharana). El punto focal en este caso es tu luz interior. Toda persona tiene una luz interior, la luz de la vida. Vemos esta luz brillando en los bebés. De hecho, es difícil no ver ese brillo en ellos. Esta es una de las razones por las que los bebés atraen nuestra atención y con mayor frecuencia provocan una sonrisa fácil. A medida que una persona se establece cada vez más en sus maneras de ser, los comentarios internos se convierten en una interminable letanía de opiniones, historias, creencias, gustos y disgustos. Como se sugirió en el sutra 1.4, si esas maneras de ser no están reguladas, tendemos a identificarnos con ellas. En otras palabras, la luz interior en el centro de nuestro ser está velada por nuestras maneras de ser. La palabra de uso frecuente, “iluminado”, se refiere a alguien cuya luz interior brilla, permitiéndole ver todo con claridad, sin obstáculos provenientes de quien cree que es o quien piensa que debería ser.

Trataka, la práctica de fijar la vista en la llama de una vela es una técnica accesible para comenzar. En una habitación oscura sin corrientes de aire, siéntate en una posición cómoda a 60 centímetros de distancia de una vela colocada a la altura de los ojos. Centra tu mirada en el centro de la llama y, manteniendo los ojos suavemente enfocados, intenta concentrarte en la luz todo el tiempo que puedas sin ningún esfuerzo. Cuando llegues a un límite cómodo, cierra los ojos suavemente y permanece con la luz interior el mayor tiempo posible. Explora la opción de intentar conectar esa luz detrás de tu frente al centro de tu cerebro y hacia abajo a través del centro de tu garganta hasta el centro de tu pecho. Visualiza tu corazón envuelto en una luz suave como el fulgor de la luna llena. Cuando la sensación de luz se desvanece, abre los ojos y mira la vela nuevamente. Algunos textos tradicionales sugieren mantener la mirada fija hasta que los ojos comiencen a producir lágrimas. Puedes probar esto y notar cómo te sientes y si funciona para tí. Practicar con paciencia y persistencia puede hacer que sea más fácil sentir la impresión de luz detrás de la frente y desde allí conectarte a la luz en tu corazón.

También puedes traer pensamientos alegres a tu mente y sentimientos inspiradores a tu corazón para invitar a que surja este brillo interior. Por ejemplo, puedes pensar en algo que te haga sonreír o puedes recordar un momento particularmente feliz. Luego, gradualmente, dejas ir los detalles y te quedas con las sensaciones residuales. Otra forma de acceder a este resplandor es conectándote con la gratitud y amor por tu vida, tu pareja, parientes, amigos y maestros. Como de costumbre, elige una técnica, practica lo mejor que puedas y observa sus efectos. ¿Es esta práctica útil o inútil?

Como de costumbre, otra forma de explorar el significado de este sutra es cantándolo de la manera tradicional. En este caso cada palabra se canta individualmente:

1.36 viśokā vā jyotiṣmatī
विशोका वा ज्योतिष्मती ॥३६॥

• viśokā
• vā
• jyotiṣmatī

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