3.1 Concentración – dharana
mayo 30, 20213.3 Integración – samadhi
junio 12, 20213.1 Concentración – dharana
mayo 30, 20213.3 Integración – samadhi
junio 12, 20213.2 Meditación dhyana
3.2 La meditación (dhyana) es mantener el enfoque sin esfuerzo.
La meditación es la progresión natural resultante de la concentración. Una vez más, aparece en este aforismo la sugerencia de complementar el hacer con el desapego (ser). La concentración es un hacer, que invita tu atención a permanecer en un solo punto. A medida que permaneces concentrado, gradualmente disminuyes la cantidad de esfuerzo para mantenerte enfocado de modo que dejas ir progresivamente toda tensión y cualquier actividad innecesaria para permanecer presente sin desperdiciar ninguna energía física, mental o emocional (ser). Es como andar en bicicleta. Al principio, permanecer en la bicicleta requiere mucha energía y atención. Cuanto más experta eres al montar en bicicleta, más eficiente será el proceso. En algún momento puede ser posible utilizar la mínima cantidad de energía para sujetar el manillar para determinar tu rumbo con gran facilidad. Incluso puede suceder que eventualmente puedas soltar el manubrio y continuar montando tu bicicleta, cambiando de dirección simplemente cambiando la distribución de tu peso. La meditación es como cualquier otra habilidad; mejora mediante la práctica deliberada. Las expectativas pueden ser la fuente más frecuente de frustración en la meditación y en la vida. Algunas expectativas incluyen no distraerse en absoluto o poder vaciar la mente por completo. Además, los relatos habituales de experiencias o conocimientos extraordinarios suelen ser un obstáculo más que un catalizador para la meditación. Por ejemplo, si lees que los meditadores avanzados ven luces similares a los fuegos artificiales o sienten esto o aquello, puedes tener expectativas de tener esas experiencias, o puedes tratar de emularlas. Cuando tu práctica de meditación no produce los resultados esperados, es probable que te sientas decepcionada de ti misma, tal vez incluso llegues a pensar que debe haber algo mal en ti porque no puedes ver la luz iridiscente púrpura mencionada en algún libro, o cuando no puedes levitar como dice en algún otro texto. La meditación es la más alta de las prácticas yóguicas, especialmente cuando se ve simplemente como estar con lo que es como es y contigo mismo tal como eres. Desarrollar esta actitud es muy útil para todo el yoga y muy práctico en todos los aspectos de la vida.
Ten cuidado con cualquier inclinación a generar más opiniones, comentarios y preferencias sobre lo que estás sintiendo, ya que esta suele ser una manera fácil de enredarte en tus propias historias. Es más productivo practicar el desapego (vairagya) y soltar la tensión física, mental y emocional para reducir tu reactividad. En otras palabras, sigues perfeccionando la habilidad de dirigir tu atención internamente para sentir y presenciar la riqueza de tu universo interior. Recordar que tu vida interior es inefable puede ayudarte a liberar tus tendencias a agregar etiquetas, opiniones y explicaciones a lo que solo se puede experimentar directamente.
Una de las técnicas tradicionales de meditación se llama japa, que significa murmurar, susurrar o repetir una oración, pasajes de textos sagrados o el nombre de una deidad. En los aforismos 1.27 y 1.28, una forma de practicar japa se introdujo cuando se habló de la sílaba OM (ॐ) como la clave para alinearte con el Ser Supremo. Una forma de practicar japa con OM, o con cualquier otro mantra, como los sonidos semilla (bija) lam, vam, ram, yam, ham y ksham, es comenzar a cantar en voz alta y disminuir gradualmente el volumen del sonido hasta que el canto finalmente se convierta en un susurro que eventualmente se transforme en un canto silencioso interno. Incluso después de que estés cantando en silencio, es posible cambiar el nivel de intensidad del canto para hacerlo cada vez más sutil. La atención permanece enfocada en la versión más sutil del canto hasta que sea posible tener una conexión muy tenue con el susurro silencioso interno. Cuando el canto se convierte en un eco sin esfuerzo, se llama ajapa japa. En este nivel de práctica, el objetivo es mantener esa sutil repetición inconsciente. Sin embargo, cuando surgen distracciones, puede que sea necesario volver a un canto silencioso más intenso o a un canto audible para volver a enfocarte. Como de costumbre, notar tu distracción indica que está creciendo tu capacidad para reconocer cómo algunas de tus maneras de ser te alejan de la presencia. Simplemente regresa a la versión más sutil del canto que puedas mantener, dejando de lado todo esfuerzo innecesario. Recuerda que mantenerse en cualquier práctica puede facilitarse diciéndote a ti misma: quiero hacer esto, necesito hacer esto, puedo hacer esto y lo haré. A medida que surgen expectativas, reconoce que es importante no confundir la práctica con la experiencia resultante (sensaciones, pensamientos, emociones). Con paciente persistencia, sigue regresando a tu punto focal tantas veces como sea necesario realizando el menor esfuerzo posible.
¿Qué sucede cuando intentas practicar la meditación?
¿Qué notas?
¿Cuáles son las fuentes de distracción?
¿Cómo te sientes?
Como de costumbre, otra forma de explorar el significado de este sutra es cantándolo de la manera tradicional con algunas palabras unidas:
तत्र प्रत्ययैकतानता ध्यानम् ॥२॥
tatra pratyayaikatānatā dhyānam ॥2॥
Otra opción es cantar cada palabra en el sutra individualmente:
- tatra
- pratyaya
- ekatānatā
- dhyānam
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