Rango de consciencia y experiencias
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abril 8, 2024Rango de Consciencia – Concentración
Rango de Consciencia: Concentración
En episodios anteriores hemos hablado del Rango de Consciencia como un simple reconocimiento de que la mayoría, si no todos, los acontecimientos naturales son en realidad procesos más que una acción única que ocurre en un instante. Hemos utilizado el ejemplo de las transiciones entre el día y la noche, donde el periodo crepuscular no es instantáneo, sino una progresión gradual de acontecimientos llenos de gran sutileza. Hemos sugerido que la idea de Rango de Consciencia puede invitarnos a notar muchas de estas sutilezas en un proceso, aumentando así nuestra consciencia al desarrollar nuestra sensibilidad, capacidad de respuesta y apreciación de la vida tal y como se manifiesta en nosotros mismos, en todo lo que nos rodea y en nuestra interconexión. También hemos sugerido antes que podría ser útil explorar cómo incorporar la idea de rango de consciencia, por ejemplo, explorando la amplitud entre el enfoque en un único punto y la consciencia abierta. Hoy exploraremos cómo llevar nuestra consciencia a un único punto de enfoque a través de una técnica bastante sencilla.
Recuerda que al principio del Capítulo Tres de Los Yoga Sutras, Patañjali identifica dos etapas en el proceso de meditación; la primera etapa es la sexta de las ocho ramas, la concentración (dharana), nuestra habilidad para enfocar nuestra mente en un solo punto. La segunda etapa es la meditación (dhyana), cuando podemos mantener nuestra concentración en el mismo objeto con un esfuerzo mínimo.
Cuando intentamos concentrarnos en una sola cosa, la mayoría de nosotros descubrimos que nuestra mente se distrae con facilidad. Por ejemplo, descubrimos que nuestra mente pronto empieza a pensar en lo que suele pensar rutinariamente; pueden ser las actividades en las que estábamos ocupados en los momentos previos a empezar el ejercicio de concentración; puede ser que nuestra mente empiece a pensar en lo que sigue en nuestro día; o puede ser que empecemos a repasar nuestra lista mental de cosas por hacer. Este ejercicio refuerza nuestra capacidad de concentración. Esta capacidad sólo se fortalece si volvemos una y otra vez al foco que hemos elegido. En este ejercicio de concentración, vamos a prestar atención a nuestra respiración natural y vamos a contar tres rondas de respiración natural una y otra vez. Muy sencillo. Comencemos.
Como de costumbre, en una habitación con mínimas distracciones, encuentra una postura cómoda que te permita sentir relajamiento mientras prestas atención. Familiarízate con los sonidos y ruidos provenientes del exterior. A continuación, presta atención a las sensaciones corporales y aprovecha para soltar tensiones innecesarias. Luego, ofrécete toda tu atención. Invítate a sentir curiosidad por tu respiración natural. Observa las sensaciones que surgen al inhalar y luego siente si son similares o diferentes al exhalar. A veces sentimos la necesidad de controlar la inspiración y la espiración, pero aquí sólo estamos observando como respira nuestro cuerpo, un proceso que sucede todo el día y todos los días de forma inconsciente. Una vez que sientas cierta familiaridad con tu proceso natural de respiración, comenzaremos a contar tres rondas de respiración, siente una inspiración natural y la espiración que le sigue, luego cuenta mentalmente una. Siente la siguiente inhalación y exhalación natural y cuenta mentalmente dos. Experimenta directamente esta inspiración y su consiguiente espiración y cuenta mentalmente tres. Mientras tu cuerpo sigue respirando a su propio ritmo, cuenta cada tres respiraciones, empezando de nuevo en el número uno. Eso es todo. No te compliques. Puede que tu mente se distraiga y pierda la cuenta. No hay ningún problema. Vuelve a sentir la respiración y cuenta tres rondas. ….Algunas veces puedes darte cuenta de que sigues contando más allá de tres, no hay problema, una vez que te des cuenta de que te distrajiste, vuelve a contar tres rondas de respiración…Mantén todo simple y relajado….Sólo continúa sintiendo tu respiración tan claramente como puedas y cuenta cada ronda de inhalación y exhalación…Es normal que nuestras mentes comiencen a pensar en otras cosas. En cuanto notes la distracción, vuelve a centrar tu atención en contar y fortalecerás tu capacidad de concentración. Disfruta de cada respiración y cuéntala…
Ahora, deja de contar y adopta una postura muy relajada. Siente los efectos de esta práctica en tu respiración, en tu cuerpo y en tu mente. Todos nos distraemos. Puede ser útil tomar consciencia de las cosas que distraen nuestra mente. Podemos darnos cuenta de que nuestra mente tiende a ir a sus lugares familiares, como algo en lo que estamos trabajando, algo que estamos planeando o algo que nos preocupa. … Podemos darnos cuenta de estas tendencias, y cuando nos distraemos, podemos elegir pensar en estas cosas, o podemos seguir ejercitando nuestra capacidad de concentración.
¿Qué pasaría si probaras esta práctica durante unos días? ¿Qué notarías? ¿Sería más fácil concentrarte? ¿Podría esto ayudar a nuestra mente a descansar de su constante planear y hacer? ¿Qué se siente cuando nuestra mente se concentra en una sola cosa?
Si prefieres escuchar el podcast:
Este es un fragmento del libro Desenreda el hilo: Cómo poner en práctica la antigua sabiduría del yoga para vivir una vida feliz
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