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julio 16, 2024Un mantra para la presencia
Un mantra para la presencia
Volvemos una y otra vez a esta sencilla idea: el yoga es un viaje permanente hacia la presencia. Todas las técnicas de yoga tratan de llevarnos a la plena participación en el eterno momento presente. Tradicionalmente, el mantra es una forma de invitar a nuestra atención a este momento mediante la repetición de una palabra o frase. Normalmente, esta repetición (japa) requiere cierto esfuerzo para mantener nuestra mente enraizada en el presente. Cuando la mente permanece consciente del mantra, su significado y su importancia, sin necesidad de repetir el mantra, se denomina ajapa, o ajapajapa. En otras palabras, el hábito de repetir el mantra con consciencia y convicción ancla una parte de nuestra mente al mantra. Puede servir como un gentil recordatorio que nos ofrece una perspectiva más amplia de nuestras vidas.
Como ocurre con todas las técnicas y herramientas, conviene preguntarse: ¿funcionan los mantras? Aunque mantra es originalmente una palabra sánscrita, muchos idiomas han añadido la palabra mantra a sus diccionarios. Además de su significado original en el yoga, el hinduismo y el budismo, una definición común de mantra es una palabra o frase que se repite con frecuencia. Si prestamos atención a nuestras propias palabras en nuestras interacciones diarias, probablemente nos daremos cuenta de que hay algunas palabras que utilizamos con bastante frecuencia. Por ejemplo, podemos darnos cuenta de que a menudo decimos cosas como: “Estas son las cosas de las que tenemos que preocuparnos”, “Nuestra mayor preocupación es…” o “Me preocuparé de eso más tarde”. ¿Es posible que, al utilizar a menudo la palabra preocupación, estemos predisponiendo nuestra mente a entrar en modo preocupación? Se trata de una cuestión empírica, algo que podemos determinar fácilmente. Incluso si nos sentamos sólo unos minutos y repetimos “estoy preocupado” una y otra vez, probablemente descubriremos que nos sentimos diferentes que si repetimos “estoy en paz” durante unos minutos.
Si nuestras palabras influyen en nuestros pensamientos, actitudes y percepciones, es importante que nos fijemos en las palabras que decimos, consciente e inconscientemente, porque esas palabras se convierten en los mantras que utilizamos en nuestra vida cotidiana. Algunos de nuestros mantras inconscientes pueden alejarnos del presente, como escoger preocuparnos por cosas que aún no han sucedido, o asumir que ya sabemos cómo van a resultar las cosas, es decir, tomar nuestras suposiciones como hechos y reaccionar ante acontecimientos que aún no han sucedido.
Todos los mantras, como todas las herramientas del yoga, son herramientas para traernos al presente. Cuando somos conscientes todo el tiempo, no hay necesidad de herramientas, simplemente somos, y participamos en nuestras vidas desde nuestra presencia, en lugar de hacerlo desde nuestros hábitos, propensiones, inclinaciones, creencias y otras maneras de ser. ¿Es realmente tan difícil estar presente? En pocas palabras, no, no lo es. O estamos presentes o no lo estamos. Cuando nos damos cuenta de que no estamos presentes, abandonamos la distracción, sea cual sea, y volvemos a la presencia. Como hemos sugerido antes, ésta es la práctica clave, volver a la presencia una y otra vez sin forzar, sin forcejear, sin auto juzgarnos y con una sonrisa amable. Al buscar formas de aplicar los Yoga Sutras de Patañjali, encontramos varias maneras de utilizar mantras, incluyendo el mantra ॐ (AUM) en el Sutra 1.27, como apoyo en la meditación en el Sutra 3.2 , y también exploramos mantras para aplicar los yamas y niyamas.
Antes mencionamos que una de las formas en que nos distraemos es creyendo que podemos predecir con exactitud el futuro. Es seguro decir que no somos buenos prediciendo. Esto se debe a que todo, literalmente todo, está cambiando constantemente, el mundo que nos rodea está cambiando. Incluso nuestros cuerpos, mentes, ideas, creencias y recuerdos cambian. La vida es un cambio constante, así que tiene sentido que nuestras predicciones no sean muy precisas. Podemos seguir intentando predecir, pero es útil no apegarnos a nuestras predicciones. Esto es más fácil si examinamos nuestras predicciones pasadas y reconocemos que nuestras predicciones nunca han sido muy acertadas.
Es importante aclarar que no estamos sugiriendo no pensar nunca en el futuro. Tiene sentido que es útil planificar o tener una consciencia general del futuro para poder prepararnos. Por ejemplo, si sé que tengo que ir a un sitio que está lejos de casa, es útil comprobar si tengo suficiente gasolina o carga para ir y volver. Algunas de nuestras tendencias pueden llevarnos a imaginar que el viaje será bueno, malo, neutro o desastroso. Cuando nos sorprendemos gastando demasiada energía o tiempo preocupándonos por un posible resultado, podemos utilizar un mantra muy sencillo: “Ya veremos”. He aquí algunas ideas para utilizar este mantra. Cada vez que te sorprendas gastando mucha energía intentando predecir cómo va a ocurrir algo, considera la posibilidad de hacer una pausa, tomar aire y decir: “Ya veremos”. Si te preocupas por cómo va a salir algo, fíjate si sientes algo diferente cuando, en lugar de preocuparte, te invitas a estar presente diciendo “Ya veremos”. Observa cómo este sencillo mantra nos invita a prestar atención a lo que está sucediendo, reconociendo al mismo tiempo que aún no sabemos cómo se desarrollará el futuro.
¿Puede este sencillo mantra hacer una diferencia? Como siempre, estas sugerencias ofrecen ideas que puedes probar por tu cuenta para ver si mejoran tu capacidad de participar en tu vida con consciencia.
¿Será que funciona? Ya veremos…
Si prefieres escuchar el podcast:
Este es un fragmento del libro Desenreda el hilo: Cómo poner en práctica la antigua sabiduría del yoga para vivir una vida feliz
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