Rango de movimiento, Acción y Consciencia
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Rango de Consciencia en Ashtanga Yoga
En un episodio anterior, reflexionamos sobre las ideas de rango de movimiento, rango de acción y rango de consciencia, y sugerimos que el rango de consciencia es una lente útil para entender nuestra práctica de yoga. Una de las formas en que el Rango de Consciencia puede mejorar nuestra práctica es ayudándonos a reconocer que, en lugar de tratar siempre de ir hasta el límite máximo de nuestra capacidad, también puede ser beneficioso considerar lo que sucede cuando exploramos nuestra práctica desde una perspectiva más holística. En Pranayama, por ejemplo, exploramos nuestra respiración y todas sus posibilidades en función de su localización, duración y número de repeticiones. Puede resultar tentador centrarnos demasiado en ampliar la profundidad y la duración de la respiración. Sin embargo, puede ser útil reconocer que, en nuestra práctica de meditación, vamos a acabar respirando a un nivel muy mínimo en lugar de a nuestra plena capacidad. Entonces, incorporar la noción de rango de consciencia puede ayudarnos a incluir en nuestra práctica ejercicios de respiración que, además de ejercicios de alargamiento de la respiración, cultiven nuestra sensibilidad atendiendo a respirar también con respiraciones muy cortas. Como resultado, nos familiarizamos con todo el repertorio de opciones disponibles para respirar, al tiempo que aumentamos nuestra sensibilidad hacia nuestros procesos internos, lo que también es útil para entrenar nuestra capacidad de concentración.
Pensemos en las ocho ramas del yoga presentadas por Patañjali en el Sutra 2.29. Primero, recuerda que en el Sutra 2.28, Patañjali nos habló de los efectos de practicar las ocho ramas del yoga: Se eliminan las impurezas, aumenta la sabiduría (jñana) y crece nuestra capacidad de discriminar (viveka). En otras palabras, como resultado de practicar todos los aspectos del yoga, somos capaces de dirigir nuestra consciencia con mayor claridad y precisión.
En los Sutras 2.30 y 2.31, Patañjali nos dió los Yamas, formas sabias de reducir la tensión: Amor (ahimsa), integridad (satya), equidad y generosidad (asteya), curiosidad y reverencia por la vida (brahmacharya), y abundancia y simplicidad (aparigraha). Los Yamas nos ayudan a ser conscientes de nuestras suposiciones, percepciones y creencias sobre el mundo y los demás. Los Yamas también nos invitan a ser conscientes de cómo nuestras suposiciones, percepciones y creencias influyen en nuestras intenciones, acciones e interacciones. Desde la perspectiva del rango de consciencia, vivir los Yamas pone a prueba nuestra consciencia de nuestras emociones en relación con las personas que nos rodean. Una forma de explorar esta idea es a través de la pregunta fundamental que hemos considerado antes.
Del mismo modo, los Niyamas sugieren formas sabias de reducir forcejeos: Claridad (shaucha), contento (samtosha), entusiasmo (tapas), sabiduría (svadhyaya) y humildad (ishvara pranidhana). Los Niyamas proporcionan a sus practicantes un sistema completo para reconocer, comprender y regular nuestras actitudes, intenciones y acciones con el fin de crear una mayor armonía interior. Cada una de estas cinco pautas puede ayudarnos a evaluar el rango de nuestra consciencia de nosotros mismos. La reflexión Mejor amigo o peor enemigo podría ser útil para el contento, y la reflexión Aprendiendo a aprender puede aplicarse para la sabiduría.
Aunque la habilidad de cambiar de rumbo (pratipaksha bhavana) no suele incluirse entre las ocho ramas, Patañjali la incluye inmediatamente después de explicar los Niyamas y antes de hablar de la tercera rama, Asana. Pratipaksha bhavana sirve como recordatorio de la importancia de la persistencia gradual en el desarrollo de una actitud edificante en la vida. Así lo subraya el Sutra 2.34, que enumera los efectos de su práctica: Prevención del dolor, el desequilibrio y el sufrimiento interminables. Pratipaksha bhavana es una forma sencilla de darnos cuenta de la fuerza de nuestra determinación, a la vez que nos recuerda que avanzamos hacia nuestro objetivo al ritmo que podemos manejar, lo cual es una forma de evitar la frustración.
La práctica de Asana profundiza la consciencia de nuestro cuerpo utilizando posturas, movimiento, equilibrio y coordinación para mejorar la circulación, la movilidad, la flexibilidad y la sensibilidad. Esta rama del yoga nos invita a refinar la consciencia de nuestro cuerpo, respiración y mente mientras equilibramos fortaleza y flexibilidad, evitamos esfuerzos innecesarios y eliminamos distracciones. En la práctica de asana y vinyasa, exploramos nuestro rango de consciencia a través de preguntas como: ¿Qué se mueve en mi cuerpo? ¿Qué se contrae y qué se relaja? ¿Cómo puedo regular la intensidad y la velocidad de cada acción? ¿Cómo afecta esta postura a mi respiración? ¿Y cómo afecta mi respiración a mi capacidad para moverme o permanecer en una postura determinada?
Pranayama, la cuarta rama del yoga, es una exploración consciente de cómo nuestros procesos respiratorios afectan a nuestro cuerpo, estado de ánimo y atención a través de diversas técnicas de respiración. La práctica del Pranayama aclara que la regulación sistemática de nuestros procesos respiratorios nos permite desarrollar una mayor sensibilidad y una concentración más estable. Además de algunas de las consideraciones mencionadas anteriormente, podemos utilizar las técnicas de Pranayama como una forma de ampliar nuestro rango de consciencia de los muchos efectos físicos, fisiológicos, mentales y emocionales de una variedad de técnicas respiratorias.
En el mundo actual, hay muchas oportunidades de prestar atención al mundo. Cuando nuestros sentidos se dirigen hacia el exterior, nuestra mente les sigue. Las prácticas de Pratyahara nos invitan a explorar nuestro universo interior volviendo nuestros sentidos hacia dentro para que nuestra consciencia los siga. Se dice que Pratyahara nos empodera a controlar nuestros sentidos. En primer lugar, ampliamos nuestra consciencia del estado interno de nuestro cuerpo. Luego, a medida que aumenta nuestra consciencia del mundo interior, puede contribuir a nuestra capacidad para regular nuestros estados de ánimo y emociones. Además de mejorar nuestra capacidad de concentración, continuar esta exploración puede proporcionarnos una visión más profunda de nuestras tendencias e inclinaciones y de nuestra propia naturaleza.
Hasta ahora hemos aplicado el concepto de rango de consciencia a las cinco primeras ramas del camino de las ocho ramas en el Ashtanga Yoga propuesto por Patañjali. Puede ser útil hacer una pausa aquí para reconocer cómo la idea del rango de consciencia puede servir como base para el crecimiento de nuestra práctica, manteniendo todos los aspectos de nuestra práctica de yoga interconectados, ya que la práctica de cada rama refuerza las otras prácticas para que nuestro sentido de integración interior y armonía crezca. Entonces parece obvio que profundizar gradualmente en todos los aspectos de la práctica ya nos prepara para el siguiente paso del viaje.
Como resultado de las cinco ramas anteriores, nuestra capacidad de enfocar nuestra atención sigue creciendo, entonces la concentración (dharana) se desarrolla orgánicamente. Exploramos nuestra capacidad de centrar nuestra atención a pesar de las muchas distracciones externas e internas. Al principio, la concentración puede requerir más esfuerzo, especialmente para superar la frustración de notar nuestra tendencia a distraernos.
La paciencia y la persistencia en nuestra práctica nos llevan a desarrollar la capacidad de mantener nuestra atención con menos esfuerzo, meditación (dhyana). Así es como crecemos en nuestra quietud y silencio interiores. Es un proceso que continúa refinando nuestra consciencia de mayores sutilezas y nos lleva a dejar de lado muchos de los apegos que hemos cultivado consciente e inconscientemente a lo largo de nuestra vida.
A medida que nos despojamos cada vez más de nuestras ideas fijas, disminuye el sentido de identidad que antes teníamos y nuestra inversión en identificarnos con los contenidos temporales de nuestra consciencia. ¿Es posible, entonces, que exista un nivel superior de integración interior sin sensación de sentir que estamos aislados? Ésta es la promesa del samadhi, la última parada en el camino.
Observa, en efecto, que todo el camino del yoga nos conduce a través de una exploración continua de nuestro rango de consciencia. ¿Cómo se relacionan estas ideas con tu práctica actual de yoga? ¿Será posible que aplicar la idea de Rango de Consciencia a todos los aspectos de tu práctica la enriquezca?
Si prefieres escuchar el podcast:
Este es un fragmento del libro Desenreda el hilo: Cómo poner en práctica la antigua sabiduría del yoga para vivir una vida feliz
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